¿Qué digo cuando digo futurismo?

Antes de empezar a desvariar sobre mi tema predilecto, me gustaría dejar más o menos claro qué se entiende por futurismo. La cosa no es sencilla, porque es un término ambiguo que se viene usando en contextos muy variados, así que tiene varias acepciones. Voy a detallar las más comunes sin profundizar mucho, que para eso ya tendré tiempo en posteriores entradas.

• El futurismo artístico: Es la acepción de futurismo más concreta, y se refiere al movimiento de vanguardia que surgió en Italia a principios del XX. Su circunstancial alianza con el fascismo hizo que fuera perdiendo poco a poco su carácter transgresor y, consecuentemente, su calidad estética. Esta relación con el fascismo también ha servido para convertirlo en un movimiento estigmatizado desde las posturas intelectuales del S. XX, de forma que muchos de sus logros artísticos han sido sistemáticamente negados o ignorados.
  
  
  El futurismo fue la primera vanguardia total, con incursiones en el cine, el teatro, la moda, la música, la cocina e incluso la política. Generó una asombrosa cantidad de manifiestos de todo tipo, normalmente redactados con prosa incendiaria y agresiva. La teoría que formulaban los futuristas estaba llena de contradicciones, dado el carácter vitalista e irracionalista de sus puntos de partida. Aunque exhortaban a "matar el claro de luna", en realidad su estética tenía una fuerte raíz romántica, ya que fueron los primeros en recurrir al "sublime tecnológico", en base al concepto de dinamismo universal de H. Bergson. También fue muy importante la influencia nietzscheana destilada por el carismático Gabriele D'Annunzio, aunque renegaron de él en más de una ocasión por considerarlo passatista.
  
  
  Los futuristas no eran ni mucho menos un grupo homogéneo. Marinetti, el creador del futurismo, aglutinaba la corriente principal, aunque hubo grupos que se opusieron con violencia al marinettismo, principalmente los futuristas florentinos, agrupados en torno a Soffici y Papini. Otro hecho que la mayoría de la gente ignora es que hubo muchos futuristas anarquistas y antifascistas.
  El futurismo tuvo una importante repercusión internacional, principalmente en países de incipiente desarrollo industrial. El caso más notable es el futurismo ruso, aunque también tuvo presencia en lugares tan dispares como Francia, España, Japón, Polonia o Inglaterra.
  
• El futurismo utópico: He denominado así a determinadas poéticas que se dan dentro de la cultura popular desde el S.XIX hasta la actualidad. Aunque este futurismo utópico se relaciona estrechamente con la ciencia ficción, se manifiesta principalmente es productos culturales no estrictamente artísticos: Diseño, arquitectura popular, comic, revistas juveniles, novela por entregas, etc. Con origen en el positivismo, fue alimentado desde el origen con las novelas de aventuras y la incipiente ciencia ficción (Verne, H. G. Wells...). Tuvo un especial auge en el periodo de entreguerras y, debido a ello, se ha asociado este futurismo utópico a momentos de crisis, ya que muestra una gran confianza en la tecnología como protagonista del progreso material y social. Tras la Segunda Guerra Mundial se inaugura una etapa de desconfianza en la tecnología que repercute negativamente en el futurismo utópico. El "movimiento" resurge partir de los 70, con la carrera espacial y el avance de la electrónica como detonantes.
  
  
  La poética del futurismo utópico incide en los nuevos inventos, haciéndose eco de las nuevas tecnologías que van surgiendo y planteando hipotéticas aplicaciones, habitualmente muy fantásticas. Leo Marx acuñó el término "sublime tecnológico" precisamente al criticar esta tendencia. Antes de la guerra, el futurismo utópico suele mostrar una romántica debilidad por el gigantismo, mostrando a máquinas imponentes y a megalópolis como protagonistas, auténticos paisajes donde la figura humana se ve empequeñecida. Tras la guerra encontramos una tendencia mas humanista del futurismo utópico, que incide en la dimension humana de la tecnología, así como su capacidad para mejorar la vida cotidiana de las personas.
  
• El Futurismo Negro: Se da fundamentalmente en la narrativa (novela, cine) Nace como reacción pesimista al futurismo utópico. En un principio tiene cierto carácter reaccionario, ya que suele considerar que el desarrollo tecnológico aliena y deshumaniza, resultando de ello sociedades distópicas. Aunque hay ejemplos de futurismo negro más antiguos, se puede considerar que comienza en la posguerra mundial, cuando la confianza en la tecnología se hunde y el peligro nuclear se extiende.
  
  
  Otro tipo de futurismo negro es el denominado cyberpunk, un género de la ciencia ficción generador de una estética propia. En el cyberpunk se plantea la tesis de que el progreso material no va unido al progreso social, aunque tampoco muestra a la tecnología en sí como algo negativo.
  El cyberpunk fue el primer movimiento que se adentró en la poética del ciberespacio, que aunque en su día tuvo mucho eco mediático, ha sido sustituída por el concepto de "autopistas de la información".
  
• El Retrofuturismo: Es un fenómeno relativamente reciente, que afecta al cine, la novela, el diseño, etc. De carácter extremadamente postmoderno, el retrofuturismo recupera superficialmente parte de la poética del futurismo utópico desde una visión trágica y algo sarcástica de "lo que pudo ser y no fue". Explota la ingenuidad del futurismo utópico, y realmente no mira hacia adelante, sino hacia el pasado.
  
  
  Dentro del retrofuturismo podríamos incluir la estética steampunk. Se desarrolla casi paralelamente al cyberpunk y se relaciona con la ucronía (la invención de situaciones históricas alternativas en base a imaginarios cambios en determinados hechos históricos). Normalmente ubica su ficción en una época postvictoriana en la que las máquinas de vapor han evolucionado en todos los aspectos.
  
• El futurismo como actitud: La presencia de la estética futurista, a un nivel "subconsciente" está presente permanentemente en nuestra sociedad. Creo que esto es debido a la sociedad de consumo en la que vivimos, en la que "lo nuevo" goza de un prestigio inherente. El bombardeo publicitario hace que despreciemos lo viejo, y las modas son algo tan efímero como inevitable. Podemos rastrear la poética futurista en multitud de manifestaciones de la cultura popular: En el fútbol, en el tunning, en las películas de Hollywood, en la fiebre del teléfono móvil, en la generalizada admiración por los Ferrari, en la música electrónica, etc.
  
  
  Aunque se ha intentado ver el futurismo artístico de principios del XX como precursor del punk, creo que la subcultura juvenil que más encaja con esta estética es la bakala. Al gusto por la violencia y el sentido transgresor une la admiración por la tecnología, la velocidad y las tendencias nacionalistas. Por desgracia, este tipo de estética suele ir unida en el bakalutismo con un mal gusto y una incultura brutales, así que habitualmente es motivo de mofa y befa.

Bueno, creo que por ahora ya está bien. En este blog hablaré con frecuencia de estos futurismos que he mencionado. No se si a alguien le interesará el tema, pero a mí sí.